El desayuno y su importancia

El desayuno es la comida más importante del día, por eso debemos poner gran empeño en realizarlo de forma correcta para empezar el día de buena manera. El desayuno nos proporciona combustible para encarar las actividades diarias, ayuda a despertarnos y a sentirnos mejor a lo largo de todo el día y puede ayudarnos incluso a controlar nuestro peso.

Muchas personas salen de casa sin desayunar o habiendo tomado sólo un café y algún dulce. Esto puede ser muy problemático, ya que no afrontaremos el día con la energía suficiente para realizar las tareas cotidianas. Por lo general, si desayunamos incorrectamente, a la spocas horas nos sentiremos de nuevo con hambre y tendremos que ingerir de nuevo azúcar.
Para evitar esto deberemos hacer un desayuno variado, que nos permita estar cuatro o cinco horas sin comer y que nos aportara las siguientes ventajas entre muchas otras:

• Estaremos alegres y de buen humor.
• Nos ayudará a controlar el peso
• Aumenta la memoria y la concentración
• Aumenta el rendimiento físico
• Mejora el estado nutricional

Todas estas ventajas son importantes para un adulto, pero para un niño aún más ya que un buen desayuno le permitirá desarrollar todas sus capacidades al máximo dentro del aula.

¿Pero qué debemos desayunar?

• Los lácteos son muy importantes en todo desayuno, ya que nos aportarán calcio, vitamina D y fósforo, así como proteínas. Se recomienda consumirlos desnatados, e ir variando entre yogur, queso, leche,etc.Otra fuente de proteínas que podemos aprovechar son los huevos.

•  Las frutas nos aportan fibra a demás de un montón de vitaminas.Las podemos consumir también en forma de zumo.

•  Los cereales integrales también son importantes ya que contienen mucha fibra.

•  Una bebida también es importante ya que nos servirá para hidratarnos. Puede ser té, café o algún zumo de frutas.

 Ejemplos de desayunos adecuados según la edad:



       Para chicos en edad escolar

• Opción 1: Una taza de leche (o un yogur) con cereales y un zumo de fruta exprimido.

•  Opción 2: Una taza de café o té con leche más tres o cuatro galletitas (o dos tostadas) con mermelada de frutas y dos cucharadas de queso blanco, o un trozo de queso fresco. 

• Opción 3: Una taza de leche chocolatada con dos o tres galletitas, o dos tostadas y una porción de queso blanco. Un zumo exprimido de fruta.

        Para adultos

• Opción 1: Un zumo exprimido de fruta (o una fruta), té o café y dos tostadas con queso blanco más dos lonchas de jamón. Si lo desea, puede agregar un (o medio) yogur natural.

• Opción 2: Fruta o un jugo exprimido, té o café con leche, tres galletitas con mermelada y una porción de queso blanco.

• Opción 3: Una taza de leche con cereales (o en reemplazo de los cereales, dos tostadas) y un zumo exprimido de fruta.

• Opción 4: Un zumo de fruta, una taza de té o café cortado con leche, dos tostadas, una loncha de jamón y un (o medio) huevo duro o pasado por agua. Puede reemplazar la leche por medio pote de yogur natural.